martes, 25 de mayo de 2010

UN DECRETO PARA CALMAR EL HAMBRE DE LOS BUITRES

Construcción del primer comedero de buitres, por Caralluma, en el Moralejo. 1985


La semana pasada diversos medios de comunicación se hicieron eco de la publicación en el Boletín Oficial de la Región de Murcia del Decreto por el que se crea la Red de Muladares para las Aves Rapaces Necrófagas –con dos muladares, uno en Caravaca, ya existente, y otro en Lorca, a construir-, que serán gestionados por la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia. La Asociación para la Defensa de la Naturaleza CARALLUMA celebra la nueva cobertura legal a los buitres, sin embargo, lo publicado acerca del muladar del campo de Caravaca puede crear confusión y es por ello por lo que ahora se intenta aclarar la situación real.





Componentes de Caralluma instalan el vallado del muladar de Mojantes. 1994




El comedero de buitres de la Sierra de Mojantes –el segundo que construyó CARALLUMA en la región- funciona desde hace 16 años. Desde 1994 la asociación ha gestionado el aporte regular de restos animales, obteniendo desde el inicio un espectacular éxito; entre 1997 y el final de siglo sus cortados albergaban veinte parejas reproductoras, lo que posibilitó la declaración de Zona Especial de Protección de Aves de toda la Sierra de Mojantes en el 2001. El mantenimiento de las instalaciones y el aporte de carroñas seguía dependiendo de CARALLUMA en el 2006; en el otoño de ese año la administración regional empieza a interesarse por la gestión del muladar y realiza unas mejoras, aunque innecesarias, de las instalaciones (carteles, doble puerta, etc.) y ensancha, sin permiso, el acceso -entonces particular-, provocando las iras del propietario de los terrenos del camino y lo rotura, imposibilitando la entrada. CARALLUMA pagó durante catorce años, hasta el 2008, el derecho de paso al comedero de buitres. Finalmente, la asociación medió entre el dueño y la, entonces, Dirección General del Medio Natural para que se resolviera definitivamente la asignatura pendiente del camino, de uso público desde el año pasado.
Una asignatura no aprobada todavía, con un rotundo suspenso, es el mantenimiento del muladar. En los dos años de gestión de la administración regional de nuestro comedero de aves necrófagas solo han aportado carroñas en dos ocasiones, ambas en el 2008, por lo que es fácil imaginar cuál es el resultado hoy: sólo quedan 9 parejas en la Sierra de Mojantes. El resto de buitres, acuciados por el hambre y el efecto llamada del muladar que la Junta de Andalucía mantiene regularmente desde hace años en el limítrofe término de Vélez Blanco, han emigrado a las vecinas sierras de Lorca, donde se registraron el año pasado nada menos que 46 parejas de buitres leonados. Ahora es nuestro mayor deseo que las rapaces necrófagas puedan alimentarse en muladares de nuestra región, gracias a una gestión real y eficaz de la administración murciana.

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